Necesitamos un Estado que sirva al ciudadano y no que el ciudadano se convierta en servidor del Estado. En ese sentido todos los peruanos tenemos derecho a que el Estado use adecuadamente nuestras contribuciones (impuestos, tasas y otras cargas).

Pero en los últimos años esto no ha ocurrido. Los datos muestran que los recursos con los que cuentan nuestras autoridades no son bien empleados por falta de capacidad o porque son usados indebidamente. En promedio, el 25% del presupuesto anual regresa a las arcas publicas por inejecución, y alrededor del 15% se pierde en corrupción.

En ese sentido, diversos aliados de la sociedad civil comprometidos con el país, saben que la Prensa tiene un rol fundamental en la vigilancia del poder público, y en especial, en evidenciar a aquellos funcionarios, procesos, normas o prácticas que atentan contra el ciudadano, el estado de derecho, la transparencia o fomentan un uso inapropiado de los recursos de todos los peruanos.

Además, en este contexto en que muchas instituciones periodísticas se ven amenazadas por el poder político en su libertad de expresión, es fundamental fortalecer capacidades en quienes ejercen esta labor informativa, para que los ‘ojos’ de la ciudadanía se multipliquen a lo largo y ancho del país.